Una de las principales claves para aumentar la dificultad en tus ejercicios es el peso. Cuanta más resistencia le ofrezcas a tu cuerpo, más complicado y fatigoso serán tus rutinas.
Cuando veas que estás estancada o que te aburres con tus ejercicios, prueba a ir añadiendo peso para elevar la dificultad y para que tus músculos vuelvan a activarse. Por supuesto, los de tus glúteos no van a ser una excepción:
1. Peso muerto rumano: Este ejercicio es uno de los más recomendados (e infravalorados) para nuestros glúteos. Y de propina también para nuestros femorales (sí, los músculos que están 'detrás' de los cuadríceps). Empieza acostumbrándote con la barra sin peso y ve añadiendo poco a poco según transcurran las semanas. Te sorprenderá los kilos que puedes llegar a cargar.
2. Zancadas con mancuernas: Las zancadas son uno de nuestros básicos que nunca pueden faltar en una rutina específica para glúteos. En este caso, con unas mancuernas le daremos un 'extra' de dificultad que no puede caer en saco roto. Ten cuidado porque te costará mantener el equilibrio las primeras veces.
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